En Alabaster, la presencia de muros de ladrillo macizo y pilastras de granito obligaron a disponer de un techo alto para dotar al restaurante de confort acústico. El techo es de placas de cartón, yeso perforado y aislamiento acústico de lana de roca en su interior, sin juntas ni despieces.
Uno de los rasgos fundamentales de una experiencia gastronómica en Berasategui es la acústica. El establecimiento está aislado de ruidos del exterior y de la maquinaría del mismo. Todas la mesas están lo suficientemente separadas como para no molestarse unas a otras. No tiene música de fondo.
En DSTAgE, tanto el ladrillo como los paneles acústicos del techo sirven para amortiguar el ruido. Seleccionan el sonido para que la música sea un elemento clave.
“La quietud, el silencio. El juego virtuoso de la sombra y el agua. La greda, las hierbas y las flores. La intimidad de un paisaje. Todo este entorno hace posible una cocina que refleja de nuestra manera de ser”.
Fina Puigdevall.
“En La Finca buscamos que nuestros clientes disfruten una experiencia completa. Eso incluye no sólo la comida sino también cuidar al máximo el ambiente y la puesta en escena. Un entorno sin estridencias y alejado de ruidos que puedan arruinar la velada es una de nuestras prioridades”.
Susi Díaz.
“Nuestro salón ha sido decorado por Nacho García Vinuesa con materiales de origen natural como la madera y la piedra para que la acústica del restaurante sea agradable, para que se cree un ambiente adecuado y en consonancia con nuestros platos”.
Mario Sandoval.
En Noor se pretende que el ruido no afecte al interior de la sala con soluciones constructivas en cerramientos, carpinterías y vidrios. Se han buscado materiales que amortigüen la reverberación. Se han previsto techos acústicos, cortinas y maderas que ayudan a la absorción de estos ruidos.
El restaurante cuenta con paneles acústicos para evitar la reverberación en la sala. Se han cambiado todas las máquinas del aire acondicionado para evitar el ruido externo. Evitan ruidos por parte del personal de sala para conseguir un ambiente confortable en este aspecto.
Espacios cuidados y adaptados por medio de unas placas que cuelgan del techo, para que el restaurante pueda ser considerado acústicamente amable.
Un espacio elegante para disfrutar la gastronomía de Ramón Freixa. Perfecto equilibrio entre tradición y vanguardia en la que sobresalen el sabor y el producto.Las grandes cortinas y alfombras, junto con el juego de profundidad del techo, hacen del espacio un lugar acústicamente amable.
El restaurante Tierra es sonoramente amable porque se encuentra en un local diáfano con los techos altos. El equipo musical está en una esquina del salón lo que hace que las ondas sonoras no reboten. La música es un jazz instrumental muy agradable.
Una atmósfera especial en la que prima el silencio. La cocina está abierta para que los comensales puedan ver lo que ocurre en los fogones. La sencillez y sobriedad del interiorismo radica en el uso de un solo material (microcemento y cal) que conforma el pavimento, las paredes y el techo.
El doble acristalamiento acústico y la impecable decoración amortiguan cualquier sonido confiriendo al espacio la calidez de un marco totalmente aislado del uso de aparatos electrónicos. La cuidada distribución de las mesas y el delicado hilo musical, terminan de crear un aura que invita a la calma.
El espacio se encuentra aislado del ruido del intenso tráfico que hay en la zona. Además, la disposición de las mesas, con suficiente distancia entre ellas, permite que no se molesten unas a otras. La responsabilidad del equipo contribuye a que se mantenga el menor nivel de ruido.
La Terraza del Casino es todo lo contrario a ruidoso. Nada más atravesar su umbral, plenamente aislado del ruido exterior, te invade una paz y una calma increíble. Sus mesas separadas para la privacidad de los clientes ayudan a la atmósfera de confort y tranquilidad total.
En Ruscalleda todo está pensado y cuidado para que el ruido sea atenuado y no cause ninguna molestia.
Un restaurante en el campo, cerca de la ciudad y con el mar como perspectiva que incita al reposo y al relax.
Lujo es el espacio y en Akelarre se da mucho espacio entre mesas para guardar la intimidad de las conversaciones.
Antigua bodega, convertida en restaurante, situada bajo uno de los establecimientos mas bellos de nuestro país.
Enormes muros de piedra, y acústica perfecta gracias a sus bóvedas, donde además la privacidad hace que sea el cliente quien elija el nivel acústico.
Asómese a nuestras instalaciones y descubrirá nuestra filosofía y nuestra oferta gastronómica. Nuestro trabajo y esfuerzo por ofrecer a nuestros clientes un entorno agradable y sin ruidos, nos ha llevado a realizar un acondicionamiento acústico de nuestras salas con paneles acústicos EliAcoustic.
Un lugar único en el corazón de la ciudad monumental de Cáceres, donde podrán degustar las mejores tapas y raciones con productos de toda Extremadura, una auténtica experiencia para disfrutar con los cinco sentidos bajo techos abovedados con un equipo profesional y a su servicio.
Les esperamos.